jueves, 27 de marzo de 2014

El ADN de los Pueblos


EL ADN DE LOS PUEBLOS

Cuando parece que uno ha perdido ya la capacidad de asombro, gracias a nuestros políticos ésta se renueva día a día. Tan sólo basta con estar atento a sus discursos, leyes o comparecencias para turbarse con la ocurrencia de turno.
Múltiples ejemplos de memez en materia de educación podemos encontrar en cualquier comunidad autónoma, como la nueva asignatura creada por el gobierno valenciano: “Cultura del Poble Valenciá”, y que en palabras de su consejera tratará aspectos que “forman parte del ADN del pueblo valenciano”.
Con un claro guiño en materia lingüística al 'blaverismo', movimiento regionalista conservador anticatalanista, en esta asignatura tendrán cabida fiestas tradicionales, deportes autóctonos o juegos tradicionales como el sambori, sea lo que sea esto último. Resulta curioso que el mismo partido que en Cataluña pone todo tipo de trabas a la lengua catalana, aquí opera a la inversa, con lo que se supone es una variedad dialectal de la misma. Por no hablar de la absoluta idiotez del L.A.P.A.O., Lengua Aragonesa Propia del Área Oriental, absurdo y delirante eufemismo para no llamarlo catalán.

Sigue argumentando la consejera: “dar a conocer a los estudiantes el patrimonio material, inmaterial y humano“. ¿Qué diablos significa esta estupidez? Además si los valencianos ya lo llevan en su ADN ¿para qué leches necesitan estudiarlo? Continuamente aparecen informes a nivel europeo sobre las muchas deficiencias que arrastra nuestro sistema educativo y aquí nos preocupamos de los Moros y Cristianos, la pilota valenciana, o de si la paella lleva carne o verduras.

Está claro que de algún sitio hay que ser, no queda otra, pero tomarse excesivamente en serio el ser valenciano, español, de Texas o de Bollullos Par del Condado resulta, cuanto menos, patético, además de los riesgos futuros que conlleva el criar y amamantar a pequeños aprendices de Le Pen.

En la escuela hay que enseñar cosas serias, literatura, matemáticas, filosofía, aprender a los clásicos y, en definitiva, todo lo relacionado con la sabiduría, esa que enaltece y dignifica a la persona haciéndola trascender, que nada tiene que ver con lo se conoce como “cultura popular” y repartir platos de migas en la plaza del pueblo.

Por suerte, en mi época a nadie se le ocurrió enseñarme en clase la historia del salmorejo, de la porra antequerana o a bailar sevillanas. Entre otros motivos porque hay cosas que no se pueden explicar. Es imposible disfrutar del ambiente de La Maestranza si no te dejas imbuir de la magia de la plaza sevillana en un soleado Domingo de Ramos, o de la espectacularidad de un atardecer en la Isleta del Moro, por mucho que te lo inculquen en clase.


Antonio Jesús García


Publicado La Voz de Almería (27-3-14)


jueves, 20 de marzo de 2014

Universos Paralelos


UNIVERSOS PARALELOS

Años y años tratando de descifrar incomprensibles explicaciones científicas, de devanarte los sesos ante incontables manuales de Filosofía para lelos, y de perder horas de sueño con no sé cuántos programas de Redes aguantando la exasperante voz de Punset en un vano intento de comprender la Teoría de Cuerdas, ese modelo físico que trata de unificar todas las fuerzas de la naturaleza ampliando hasta once las cuatro dimensiones conocidas, cuando su comprensión y entendimiento es mucho más sencillo de lo que parece.

En una época ésta tan de sacrificios y de apretarse el cinturón por parte de la ciudadanía que sufre y padece innumerables recortes presupuestarios en servicios como sanidad o educación, o en la que sencillamente una parte de la población pasa hambre directamente, la existencia y aceptación de los llamados universos paralelos parece resultar la única explicación razonable y plausible de la desmesurada afición de nuestros políticos a aparecer degustando exquisitas viandas a la menor ocasión.

Sólo viviendo en otro mundo paralelo es comprensible esta afición de los representantes de la administración, da igual el grado, ya sea local, autonómica o nacional, o su color, ya sean verdes, rojos o azules, que no dudan en ponerse morados a costa del contribuyente. Ya sea con el stand de la Diputación de Almería en el Salón del Gourmet, o el de la Junta de Andalucía en Fitur o la Matanza del guarro en cualquier pedanía, que nos encontramos en portada al día siguiente a una horda de chaqueteados y felices individuos mascando a dos carrillos.

Mientras infinidad de actores tienen estipulado por contrato que no se les pueda filmar o fotografiar comiendo, la Preysler no llega a probar los Ferrero Rocher en ningún anuncio por cuestión de imagen, ya que la apertura y movimiento de mandíbula pueden dar lugar a tomas no muy agraciadas, nuestros dirigentes no dudan en llevarse cualquier cosa a la boca sin ningún tipo de pudor en público, ya se trate de la más exquisita loncha de jamón ibérico o de un sabroso y jugoso pepino a lo Linda Lovelace.

Esta celeridad y entusiasmo que muestran nuestro próceres por el langostino contrasta con el poco que muestran en y por los actos culturales, desde asegurar no ver cine español o a una Feria del Libro que vuelve a no celebrase un año más en Almería.
Ante esta impúdica exhibición cuasi pornográfica de mandíbulas batientes se echa de menos la misma ostentación y entusiasmo en promocionar lecturas como Memorias de Adriano, Cien Años de Soledad o Rayuela en lugar de los alardeos habituales sobre la compañía del Marca en el coche oficial.

Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (20-3-14)



jueves, 13 de marzo de 2014

Un país surrealista

UN PAÍS SURREALISTA

Ideologías y credos personales aparte, se hace difícil entender que instituciones como la iglesia y el ejército llegan a comportarse de forma surrealista. Prueba de ello son actos como el calificar de milagro el hecho de que una talla de madera flote (si fuera de alabastro lo entendería, pero...) o el arrestar enseres o cosas, como en un cuartel que, para gastar una novatada, metieron a un recluta en una taquilla cerrada con llave, lo arrojaron a la piscina y como el pobre no era Houdini se ahogó, la solución: arrestar a la piscina sin agua durante no sé cuántos años.

Últimamente vemos cómo el ámbito político se ha sumado a este sinsentido. La Ministra de Empleo Fátima Báñez se encomendó a la Virgen del Rocío para salir de la crisis; Fernández Díaz, el de Interior, se mostraba convencido de que Santa Teresa está siendo intercesora para España.

Si se nos antojasen escasas estas muestras de surrealismo, está cundiendo la moda de nombrar a tal o cual virgen hija predilecta o alcaldesa perpetua de la ciudad, como conceder a la Virgen del Mar la medalla de oro de la Diputación de Almería, o nombrar alcaldesas perpetuas de Roquetas y El Ejido a sus respectivas vírgenes a pesar de contar con un elevado número de vecinos que no profesan la religión católica. Moda esta al parecer instaurada por consistorios conservadores, cuenta con adeptos entre los socialistas como el de La Línea en Cádiz, haciendo lo propio con la Inmaculada Concepción. 
 
Un estado en el que los cargos se juran sobre la biblia en vez de sobre la Constitución, con ministros que se encomiendan a santos en público, donde la iglesia está exenta de pagar el IBI, con funerales de estado católicos y clases de religión en la escuela pública, y que encima se denomine estado aconfesional es de lo más surrealista que se puede uno encontrar.
Rizando el rizo, en un acto que haría palidecer al mismísimo André Breton, desde el Ministerio del Interior se ha acordado conceder la Medalla de Oro al Mérito Policial con carácter honorífico a Nuestra Señora María Santísima del Amor. Que mientras miles de agentes se juegan la vida diariamente si reconocimiento alguno, una distinción creada con el objetivo de premiarlos por acciones destacadas en el cumplimiento de su labor, vaya a parar a manos de una cofradía resulta un agravio comparativo más que evidente. Ya en 2012 la Guardia Civil hizo lo propio con la Virgen del Pilar. En la red está cogiendo fuerza una petición para que los próximos condecorados sean Mortadelo y Filemón, aunque yo particularmente soy más de Anacleto, agente secreto.





Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (13-3-14)



jueves, 6 de marzo de 2014

Yo de ti no lo haría, forastero.


YO DE TI NO LO HARÍA, FORASTERO.

No dejan de sorprender algunas voces y reacciones en contra del director David Trueba y del cine en general y su relación con Almería.
Normalmente siempre se intenta arrimar el ascua a la propia sardina. Caso digno de mención es el del esquiador nacionalizado español Johann Mühlegg, que cuando no cesaba de recibir medallas de manos de autoridades y políticos era Juanito, sin embargo, en cuanto se descubrió que iba más puesto que un corredor de bolsa de Wall Street pasó inmediatamente de nuevo a ser alemán. Habilidosos en estas lides son los austriacos; Hitler, austríaco de nacimiento, ha pasado a la historia como alemán, al tiempo que Mozart, de nacionalidad alemana, nacido en Salzburgo cuando era protectorado germánico, ha pasado a la posteridad como austríaco.
Negar la relación de la cinta de Trueba con nuestra región es negar la mayor. Afirmar que el cine no ha dejado ningún poso en nuestra provincia, en el caso de ser ello cierto, no es achacable precisamente a la industria cinematográfica. El humorista americano Bob Hope contaba un chiste que venía a decir algo así: dos estrellas de Hollywood se encuentran por la calle, entablan conversación mientras prosiguen trayecto, al llegar el momento de separarse uno de ellos dice: bueno, ya continuamos hablando en Almería; dando por sentado que cualquier actor que se precie acababa pasando por nuestra ciudad, como seña de una presencia internacional muy anterior a la de los frutos y hortalizas.
Al visionar western clásicos observamos árboles, vegetación, ríos, etc. Sin embargo, la imagen del género identificada internacionalmente no es la de los filmes originales americanos, sino la del paisaje almeriense. Steven Spielberg, una de las figuras más importantes e influyentes de Hollywood, decidió rodar en nuestra ciudad una entrega Indiana Jones por filmar en los mismos parajes donde había rodado David Lean. Si no hemos sabido sacar el suficiente partido a esto es para mirárnoslo.
Quien sí supo hacerlo fue un joven Martín Cuenca, que aprovechó que un señor de León llamado Felipe Vega rodaba en su pueblo para dar sus primeros pasos con la industria. Lo que, unido a su trabajo y gran talento, le ha llevado a estar nominado para los Goya. Verlo ahí sentado en la ceremonia, aún a sabiendas de sus escasas posibilidades de triunfo, debería ser más que motivo de orgullo para todos los almerienses.
Está claro que políticamente se podría haber actuado de otra forma, pero de ahí pegarnos tiros en el propio pie hay un trecho. Yo de ti no lo haría, forastero. 

Antonio Jesús García. 

Publicado La Voz de Almería (6-3-14)




Pueblos del Mundo: ¡Extinguíos!

PUEBLOS DEL MUNDO: ¡EXTINGUÍOS! La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos a base de asociar entre s...