jueves, 24 de abril de 2014

Fiestas que Queman Santos



FIESTAS QUE QUEMAN A SUS SANTOS

En Misión Imposible II, dirigida por John Woo y protagonizada por Tom Cruise, tiene lugar una escena un tanto delirante y que incluso causó cierta indignación en nuestro país. El inicio del film transcurre supuestamente en una Sevilla en la que se celebra algo parecido a la Semana Santa. Hasta ahí todo normal y lógica la utilización de uno de los iconos visuales y turísticos más representativos internacionalmente no solo de la capital hispalense sino de España. El problema surge cuando en la gran pantalla en una peculiar mezcla de tópicos patrios aparece una más o menos tradicional procesión que concluye con una especie de cremá de un paso al más puro estilo fallero mientras Anthony Hopkins dice: “Extrañas fiestas que queman a sus santos” para indignación de la sala.

Se suele decir que uno realmente es una mezcla de cómo uno cree que es y de cómo creen los demás que eres, que somos algo a medio camino entre cómo te ves y cómo te ve el resto. Este juicio de valor no es ajeno a la visión que se tiene de las costumbres e ideas de los distintos países. Mientras nosotros no vemos ningún nexo ni confusión entre la Semana Santa y las Fallas, no debe extrañarnos que para el guionista Robert Towne las fronteras no sean tan claras. Las Fallas valencianas y la Semana Santa forman un todo en uno al que la próxima vez se le podría soltar la galopada de unos cuantos Miuras salidos de un encierro de san Fermín en mitad de ese maremágnum, aderezándolo además con gran profusión de paella y sangría, junto con el acompañamiento de cuadro flamenco al uso.

El término tópico procede del vocablo griego topikos, relativo a un lugar y, en la actualidad, suele hacer referencia a una idea muy empleada, trivial e incluso vulgar. Un estereotipo o lugar común que, aunque pierde su valor a fuerza de su reiteración, no deja de funcionar por lo que tiene de reconocible y fácilmente identificable. De ahí que éste sea un recurso utilizado con mayor o menor grado de acierto a lo largo de la historia tanto en la literatura, El Lazarillo de Tormes o El Quijote sin ir más lejos, o en el cine. De hecho, Ocho Apellidos Vascos, el film de Emilio Martínez Lázaro que arrasa en taquilla y en el Senado, no deja de ser un compendio de estereotipos sobre vascos y andaluces vistos desde uno y otro lado. Impagable ese Euskadi tiene un color especial.

Puestos a abordar tópicos es fácil imaginar la impresión que se llevaría una persona de color, natural de Alabama, si en la noche del Martes Santo se topase de frente con la Hermandad de La Candelaria, con sus velas y sus capirotes de blancas capuchas. Por cierto soberbia la escena del Klan y sus capuchas en Django, el film de Tarantino que homenajea los spaghetti western.

Antonio Jesús García.

Publicado La Voz de Almería (24-4-14)






jueves, 10 de abril de 2014

Loquillo Cierra el Círculo


LOQUILLO CIERRA EL CÍRCULO

Artista comprometido donde los haya, el cantante Loquillo da una muestra más de lucidez en su ya más que dilatada carrera. El que probablemente sea el cantante de rock más importante de este país, compartiendo podio quizás con Miguel Ríos y algún otro, se ha caracterizado entre otras muchas cosas  por ejercer una clara labor didáctica en cuanto a Rock and Roll Actitud se refiere. En ese magisterio cuida especialmente el versionar periódicamente al castellano emblemáticos temas de la historia de este género. Lo ha hecho, por ejemplo, con Brand New Cadillac, tema de 1959 de Vince Taylor  y al que The Renegades acortaron el título a Cadillac, que fue con el que él lo grabó; o El Hombre de Negro, traducción al español del mítico Man in Black de Johnny Cash.

Le ha llegado el turno a Spanish Bombs, canción compuesta  por los miembros del grupo The Clash, Joe Strummer y Mick Jones, e incluida en London Calling, su álbum más reconocido por la crítica musical y cuya letra pretende rendir homenaje a los revolucionarios y luchadores por la libertad que combatieron con el Frente Popular durante la Guerra Civil Española, siendo además el primer tema de la banda que aborda cuestiones no relacionadas con la realidad social del Reino Unido, en la que se menciona a Andalucía, el asesinato de García Lorca, los autos negros de la Guardia Civil y los agujeros de bala en la pared del cementerio.

El interés por España de Joe Strummer, hijo de un diplomático inglés y nacido en Ankara, Turquía, data de su convivencia y noviazgo con la baterista malagueña del grupo The Slits Paloma Romero Palmolive, con la que escuchaba discos de Paco Ibáñez en una casa ocupa de Londres y que derivó en una estrecha relación del músico británico con Almería y Granada. Curiosamente Loquillo elige Granada para la grabación de un álbum en directo con el estreno en español de Spanish Bombs como uno de sus platos fuertes. Seguro que la interpretará en su actuación en el auditorio de Roquetas de Mar, dentro de su gira De vez en Cuando y Para Siempre,

El Loco, nacido en el popular barrio barcelonés del Clot, reside en Euskadi y prácticamente no actúa en Cataluña por su determinación de hacer rock en español. Todo gracias a la cortedad  de miras de los empeñados torpemente en erigir barreras donde no las hay, considerando un escollo insalvable que un determinado artista se exprese en castellano o en catalán, según el lado en el que nos encontremos, pero no el hacerlo en inglés, francés o chino, llegado el caso. Con su mente, siempre clara y sin someterse a modismo alguno, Loquillo cierra con su versión en Andalucía ese círculo que aúna lugares tan dispares como Ankara, Londres, Granada, Barcelona, Donostia y Almería. Spanish Boms, Yo te quiero infinito, yo te quiero, oh, mi corazón.


Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (10-4-14)  


jueves, 3 de abril de 2014

Las Fotos de Adolfo Suárez


LA FOTO DE ADOLFO SUÁREZ

Los recuerdos se anclan en nuestra memoria mediante imágenes, después intentamos explicarlos con palabras, pero el concepto primigenio suele partir de una imagen. La fotografía, qué duda cabe, es maestra en estas lides, especialmente por su papel evocador. Cuántas tomas forman parte del imaginario colectivo por su capacidad de concitar ideas que simbolicen y concreten una época determinada como  Muerte de un Miliciano de Robert Capa,  Alzando la Bandera en Iwo Jima de Joe Rosental o  El Che de Alberto Corda. En la iconografía patria se podría destacar el famoso Baño de Fraga en Palomares de Tomás Lorente Abellán o Tejero en el Congreso el 23-F de Manuel Pérez Barriopedro.

Una de las fotos representativas que nos ha quedado de Adolfo Suárez es la del ex presidente del Gobierno y el rey Juan Carlos de espaldas paseando juntos,  publicada por todos los medios de comunicación el 28 de julio de 2008 y tomada por su hijo Adolfo Suárez Illana.  Una foto totalmente preparada en el jardín de su casa, que el autor realiza a buen seguro tumbado sobre el césped fotografiando a  los dos sujetos de espaldas, y que quisieron vender como el de dos camaradas compartiendo recuerdos e intimidades, obviando por completo que uno de ellos, desgraciadamente, no se encontraba en las condiciones mentales necesarias para ni tan siquiera reconocer al otro. Que este burdo montaje resultara ganador del Premio Ortega y Gasset a la Mejor Información Gráfica, representa todo un insulto a la profesión de informador gráfico y a todos los que la ejercen diariamente, muchas veces a riesgo incluso de sus propias vidas.

Tras el fallecimiento del ex-presidente de gobierno Adolfo Suárez y ante la insistente cobertura mediática del acontecimiento y tanta imagen protocolaria y sentimentaloide, se ha echado en falta una visión más poliédrica  y simbólica a la altura de los ejemplos antes citados. La toma realizada por la magnífica fotógrafa Marisa Flores, que representaba al aún presidente del gobierno absolutamente solo y abandonado en la bancada del congreso, fue portada del diario El País y dio la vuelta al mundo, y quizás sea su imagen más significativa, aunque haya sido prácticamente invisible durante estos días en todos los medios.  Se dice que no hay muerto malo ni novia fea y, en este caso no iba a ser menos, evidentemente, pero resulta francamente paradójico escuchar y ver tan innumerables loas y panegíricos por parte de las mismas personas que con su deslealtad, abandono y traición  contribuyeron de manera inestimable a que esa imagen de soledad fuera posible. La izquierda nunca le perdonó su pasado franquista y le derecha el haber dejado de serlo.


Antonio Jesús García


Publicado La Voz de Almería (3-4-14)




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PUEBLOS DEL MUNDO: ¡EXTINGUÍOS! La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos a base de asociar entre s...