jueves, 31 de marzo de 2016

Por Delante y Por Detrás



POR DELANTE Y POR DETRÁS


La Escuela de Arte de Almería está instalada en un edificio histórico y bastante ecléctico, datado en la segunda mitad del siglo XIX y parte del XX. Con rasgos clasicistas y neogóticos, su claustro se remonta al antiguo convento de Santo Domingo, fundado en 1492 por los Reyes Católicos. Situado en pleno centro de la ciudad, el inmueble está dotado de dos accesos desde las plazas Virgen del Mar y Pablo Cazard. Siendo inicialmente la entrada principal la que se encuentra junto al Santuario, mientras que la otra lo es a partir del proyecto de agregación de segunda planta acometido en 1954 por el arquitecto Guillermo Langle.

Dicho proyecto incluía, según planos originales, coronando la entrada, un relieve con el escudo de la ciudad. Sin que al parecer se tenga constancia de cuándo ni por qué, éste se modifica y es sustituido por el del Águila de San Juan, cuyo uso fue instrumentalizado por el dictador Francisco Franco, que lo utilizó como uno de los símbolos de su régimen. Durante la Guerra Civil y tras influencias y presiones de Falange se designó como escudo representativo del bando sublevado y de su ideología. Llamado coloquialmente como el escudo del águila.

Otra cosa se le podrá discutir al señor del bigotillo, pero no su sentido la oportunidad. Aunque el escudo fuese popularizado por Isabel La Católica y ya había caído en desuso sobre 1580, al instaurarlo él, como si de un linaje real se tratase, legitima y emparenta directamente su régimen con los mismísimos Reyes Católicos. Incomprensiblemente en la actualidad, gracias a la desidia de las administraciones responsables e incumpliendo flagrantemente la Ley de Memoria Histórica, el pajarraco sigue presidiendo la entrada al edificio.

Curiosamente en la misma plaza, justo enfrente de la entrada al centro, se encuentra la salida para visitantes de la Red de Refugios Subterráneos que había sido diseñada con anterioridad por el mismo arquitecto para la protección de la población civil durante los bombardeos.

Por lo que se da la paradoja de que el águila en la fachada, cual ave rapaz en un punto prominente, parece observar el entorno esperando el momento de lanzarse sobre su presa: los visitantes de los refugios, como si de una reminiscencia de los aparatos de la aviación rebelde se tratase.

Respecto a las teorías que argumentan que este tipo de símbolos no se deben de tocar por ser algo intrínseco a su época y al edificio en el que se encuentran, hay que aclarar que no es de recibo valorar la obra por la pegatina de la fachada. Es como si dentro de cincuenta años alguien argumentase que no se pueden retirar de las fachadas de los institutos los metacrilatos verdes y blancos de la Junta de Andalucía.



Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (31-3-16)

jueves, 17 de marzo de 2016

Maniobra de Resurrección




MANIOBRA DE RESURRECCIÓN

Maniobra de Resurrección es el nombre de la gira que, veinte años después de su mítico Último Concierto en Maracena, ha sacado de nuevo a la carretera a 091. Formada al inicio de los ochenta, la emblemática banda de rock granadina hacía gala de un estilo potente y agresivo.

El álbum Más de cien lobos fue producido, no sin ciertas tensiones y problemas con la discográfica, por Joe Strummer, líder de The Clash, quien conoció a la banda durante su etapa lorquiana.
La contundencia alcanzada por las guitarras en Debajo de las piedras y Doce canciones sin piedad junto a las letras escritas por José Ignacio Lapido le aportaron ese sello literario e intelectual que tan bien les define y caracteriza, alejados del aire gamberro y desenfadado de sus inicios.

Varias son las veces en que los Cero han tocado en Almería y provincia. Creo recordar en las fiestas de Albox, y en Adra compartiendo improvisado camerino en una clase de un colegio junto a los también granadinos KGB. Puede que me baile algún dato y en vez de esas localidades fuesen otras, pero ya se sabe: si recuerdas los ochenta es porque no los viviste.

También actuaron junto a Aeropuerto Jay en la fiesta fin de año del 84. Pero su primera actuación fue en un concierto organizado por el Ateneo de Almería en el Pabellón Municipal de Deportes hoy llamado Rafael Florido. El programa, presentado por Carmelo Villar, estaba compuesto por los almerienses Pulstars, Danza Invisible como cabeza de cartel, y 091.

Eran los años ochenta y curiosamente sucedían estas cosas, la nueva directiva del ateneo, en un intento de dejar atrás la casposa etapa anterior y entrar en la modernidad, organizaba un concierto de rock.
Hecho significativo para el anecdotario fue el acontecido durante la actuación de los Cero, cuando José Antonio García, el cantante de castizas camisas de lunares, en mitad de su actuación se zampó un bocata. Dejó constancia de ello Dexedrina, fanzine de la época, preguntándose por el contenido de dicho bocadillo.

Sin duda, imagen predecesora ésta de la protagonizada años más tarde por el mítico Chuck Berry, que al grito de: ¡I’m hungry!, se hizo subir al escenario del Maestro Padilla un tupperware con sopa china.

Los músicos juran y perjuran que la resurrección será efímera, de una sola temporada. Habrá que esperar a ver si les sucede como a los grandes toreros, que una vez superado el miedo inicial y despertado el gusanillo deciden hacer las américas. Mientras, disfruten de la oportunidad de ver de nuevo sobre un escenario a la misma formación que dio su último concierto en 1996: José Ignacio Lapido, Tacho González, José Antonio García, Jacinto Ríos y Víctor Lapido.


Antonio Jesús García


Publicado La Voz de Almería (17-3-16)

jueves, 10 de marzo de 2016

Ellas Tras La Cámara



ELLAS TRAS LA CÁMARA

Al hilo del Día Internacional de la Mujer, en recuerdo del 8 del marzo de 1857, cuando un grupo de trabajadoras decidió salir a la calle para protestar por sus míseras condiciones de trabajo, y aunque aún queda mucho por hacer, sobre todo en educación, hay que celebrar también el camino recorrido.

Por suerte hay ámbitos, como el del Arte, donde las diferencias por género son cada vez menores. Un mundo donde la ascendencia masculina aún sigue siendo preponderante aunque cada vez es mayor la presencia de la mujer. Solo existe el arte en general: al igual que no existe el arte de hombres, resulta una auténtica falacia la utilización del término arte de mujeres.

Si hay una manifestación artística en la que la segregación por géneros ha sido menor desde sus inicios es la fotografía, pues esta fue una de las escasas actividades que le estaban permitidas a la mujer a finales del siglo XIX y principios del XX. No en tanto como una forma de expresión artística, la propia fotografía no gozaba aún de ese estatus, sino como una ocupación aceptada y respetable para ganarse la vida.

Desde los mismos albores del medio Constance Talbot realizó calotipos, técnica patentada por su marido Henry Fox Talbot, uno de los padres de la fotografía. Casi al mismo tiempo la británica Anna Atkins pasó a la historia como la primera mujer en publicar un trabajo científico utilizando métodos fotográficos: Fotografías de las algas británicas: Impresiones Cianotipos, publicado en 1843.

Julia Margaret Cameron, ya con cuarenta y ocho años,  transformó la carbonera de su casa en la isla de Wight en un laboratorio y estudio. Imogen Cunningham captó como nadie la belleza de lo cotidiano. Gerda Taro y Tina Modotti fotografiaron la guerra libres de los prejuicios masculinos.

En el rock no son pocas las mujeres cuya firma va unida a una famosa imagen de la historia del género. Como Pennie Smith, responsable de la portada  de London Calling de The Clash; o Annie Leibovitz, probablemente la fotógrafa más famosa de la historia.

Cristina García Rodero es primer miembro español de la prestigiosa agencia Magnum. 

En la historia local pero a su vez internacional, está el caso de Amalia López Cabrera, nacida en Almería en 1838, la primera mujer que instaló un estudio fotográfico, regentado exclusivamente por ella, en la provincia de Jaén.


En nuestra ciudad, en la actualidad, se pude disfrutar, entre otras, del talento de autoras como el documentalismo gráfico de Marina del Mar, Carmen Pascual y su incesante propuesta de investigación, las enigmáticas imágenes de María G. Azcárate y el directo y estimulante realismo mágico de Leonor García.


Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (10-3-16)

jueves, 3 de marzo de 2016

Fast Thinking


FAST THINKING

De siempre han existido los listados, de todo tipo, generalmente en publicaciones didácticas  más o menos accesibles para el gran público, del tipo Las mejores películas de la historia,  los mejores discos de rock o 1000 sitios que ver antes de morir. Con mayor o menor rigor se han elaborado listas con supuestos fines educativos y culturales, mejores obras de la literatura universal, los mejores hoteles con vistas o dónde hincarle el diente al mejor lechazo, ocultando un fin meramente comercial en la mayoría de las ocasiones.

El alto e inmediato grado de difusión de internet posibilita que de un tiempo a esta parte proliferen estos listados, siendo algunos de lo más peregrinos. Por ejemplo: Las 20 palabras más bonitas del idioma español. Etéreo, melifluo, inefable e iridiscencia figuran en el mismo.

¿Quién ha realizado ese listado? ¿Quién decide qué palabra es más bonita que otra? ¿En base a qué criterios se hace? Poca trascendencia parece tener  el resultado al margen del alucina pepinillos de los seguidores  de Mujeres y hombres y viceversa, o cualquiera que maneje menos de quinientas palabras de vocabulario al enfrentarse a palabras de cuatro o cinco sílabas. Incluso al día siguiente nos podemos topar con las 20 más feas, y que un tercio se repita.

Empresas, partidos políticos e instituciones invierten energía, dinero e ideas en intentar conseguir ser trending topic, tema de tendencia. La esclavitud  del hashtag, esa etiqueta con pocos caracteres en la que se engloban  los enunciados en twitter, y que en función de la misma te leerá más o menos gente. Efímero éxito este, pues al instante se superado por la siguiente tendencia, y cuya utilidad es más que discutible.

Las redes sociales aceleran el consumo de ideas y esas ideas deben ser a su vez superficiales para que se puedan consumir y asimilar pronto. O ni siquiera asimilar, solo consumir. Lo lees, lo consumes, al rato lees otra cosa y ya has olvidado lo anterior.

La avidez de este tipo de consumo propicia que sea habitual encontrarse con los más variados listados, desde las canciones más tristes de la historia, los trabajos más extraños del mundo, o las posturas sexuales favoritas del ornitorrinco.

Cabría preguntarse si la gente se aferra a las redes sociales para impostar un criterio u opinión; o si es el sistema el que intenta evitar a toda costa que se reflexione por uno mismo.

Una suerte de pensamiento basura,  de fast thinking, cuya irreflexividad nos puede llevar a postear me gusta a una frase o pensamiento del oscuro Heráclito y media hora más tarde, sin ningún tipo de rubor, hacer lo propio  con otra de su antagónico Parménides. Dale a me gusta.


Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (3-3-16)





Pueblos del Mundo: ¡Extinguíos!

PUEBLOS DEL MUNDO: ¡EXTINGUÍOS! La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos a base de asociar entre s...