LA CAGADA DEL CAGANER
Se llama caganer a la tradicional figura de los belenes catalanes, o el tío cagando en el resto del planeta, a la que hace sus necesidades en mitad de un belén, se desconoce su origen pero se cree que sus heces fertilizan la tierra, considerado como un símbolo de prosperidad, siendo una tradición aceptada por la Iglesia. La figura representa a un campesino con los calzones bajados, luciendo la tradicional faja y barretina catalanas. Actualmente se comercializan todo tipo de versiones, a menudo con la imagen de personajes populares, políticos o deportistas, como, por ejemplo, Barack Obama, Artur Mas o Lionel Messi, y creándose auténtica expectación por conocer las novedades de nuevo cuño.
Se ha levantado polvareda con la inclusión en catálogo de La Moreneta, la Virgen de Montserrat; tanto la Conferencia Episcopal como diferentes asociaciones cristianas, han puesto el grito en el cielo, amenazando con acudir a los tribunales por lo que consideran una “falta de respeto” hacia lo que representa. Como suele ocurrir en estos casos la polémica favorecerá considerablemente la venta de estatuillas.
Por otro lado, resulta curioso observar cómo nos escandalizamos enormemente al conocer tal o cual episodio similar de censura protagonizado por los Talibanes o cualquier otra facción de radicales islamistas, al tiempo que nos llevamos airadamente las manos a la cabeza ante conocidos sucesos como el de las caricaturas de Mahoma. No imagino a ninguna de las asociaciones que han denunciado el uso de la imagen de La Moreneta salir corriendo al juzgado cada vez que ha ocurrido que un cura abusa de un menor, o ante el papel jugado por algunas religiosas en los casos de raptos de recién nacidos, por poner sólo dos ejemplos en los que se echa de menos una actitud más crítica y menos condescendiente ante hechos de tal magnitud, en lugar de la de silenciar el escándalo todo lo que se pueda.
Parece ser que para algunos los símbolos o las imágenes tienen más derechos que las propias personas, hecho sin duda motivado por la eliminación de la corporeidad otorgada a unos símbolos, que propician la adoración de una imagen en vez de lo que realmente era, olvidando que el origen de esa figura o estatua de tal o cual santo era una persona, al menos en teoría, real de carne y hueso.
Claro que se empieza aceptando la fecundación in vitro por una paloma y se termina asumiendo que una persona que se zampe de una sentada todo un lote navideño de polvorones de Estepa no tenga la necesidad posterior de pasar por el excusado.
Antonio Jesús García.
Se llama caganer a la tradicional figura de los belenes catalanes, o el tío cagando en el resto del planeta, a la que hace sus necesidades en mitad de un belén, se desconoce su origen pero se cree que sus heces fertilizan la tierra, considerado como un símbolo de prosperidad, siendo una tradición aceptada por la Iglesia. La figura representa a un campesino con los calzones bajados, luciendo la tradicional faja y barretina catalanas. Actualmente se comercializan todo tipo de versiones, a menudo con la imagen de personajes populares, políticos o deportistas, como, por ejemplo, Barack Obama, Artur Mas o Lionel Messi, y creándose auténtica expectación por conocer las novedades de nuevo cuño.
Se ha levantado polvareda con la inclusión en catálogo de La Moreneta, la Virgen de Montserrat; tanto la Conferencia Episcopal como diferentes asociaciones cristianas, han puesto el grito en el cielo, amenazando con acudir a los tribunales por lo que consideran una “falta de respeto” hacia lo que representa. Como suele ocurrir en estos casos la polémica favorecerá considerablemente la venta de estatuillas.
Por otro lado, resulta curioso observar cómo nos escandalizamos enormemente al conocer tal o cual episodio similar de censura protagonizado por los Talibanes o cualquier otra facción de radicales islamistas, al tiempo que nos llevamos airadamente las manos a la cabeza ante conocidos sucesos como el de las caricaturas de Mahoma. No imagino a ninguna de las asociaciones que han denunciado el uso de la imagen de La Moreneta salir corriendo al juzgado cada vez que ha ocurrido que un cura abusa de un menor, o ante el papel jugado por algunas religiosas en los casos de raptos de recién nacidos, por poner sólo dos ejemplos en los que se echa de menos una actitud más crítica y menos condescendiente ante hechos de tal magnitud, en lugar de la de silenciar el escándalo todo lo que se pueda.
Parece ser que para algunos los símbolos o las imágenes tienen más derechos que las propias personas, hecho sin duda motivado por la eliminación de la corporeidad otorgada a unos símbolos, que propician la adoración de una imagen en vez de lo que realmente era, olvidando que el origen de esa figura o estatua de tal o cual santo era una persona, al menos en teoría, real de carne y hueso.
Claro que se empieza aceptando la fecundación in vitro por una paloma y se termina asumiendo que una persona que se zampe de una sentada todo un lote navideño de polvorones de Estepa no tenga la necesidad posterior de pasar por el excusado.
Antonio Jesús García.
Publicado La Voz de Almería 5-12-13
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