FRANCO SIGUE MUERTO
Gracias a un nunca reconocido ni
firmado, pacto de silencio o de no agresión a los colaboracionistas del régimen
franquista, no solo se les trató como si nada hubiera pasado, sino que además
se le consideró imprescindibles para la acometida de la nueva construcción
política. Personajes que habían jugado un papel determinante durante la
dictadura, como si de un dogma de fe se tratase, abrazaron la buena nueva
demócrata y aquí paz y después gloria. Paradigmático el caso de Fraga, cuyo
curriculum parece comenzar en 1976.
La mitad de los últimos ministros del
franquismo siguieron en política. La otra mitad recaló en los consejos de administración
de grandes empresas como Endesa, La Caixa, Telefónica
o Iberdrola. Se ve que lo de las puertas giratorias no es nuevo. La mayoría de
los jueces del Tribunal de Orden Público terminaron en el Supremo o en la
Audiencia Nacional. Familias de ilustres apellidos como Gómez-Acebo, Aguirre Gonzalo, Oriol y Urquijo, etc. incrementaron
su fortuna bajo el manto del General. Familias, que como alguno de sus miembros alardea,
siguen siendo las mismas familias de siempre. Cabanillas, Ruíz-Gallardón, Sáenz
de Santamaría, etc. escandalosa es también la reata de políticos descendientes
directos de esa época.
Celebrado el 40 aniversario de su
muerte, en su cama, los homenajes y reconocimientos al déspota general se
realizan y producen año tras año sin ningún disimulo. La simbología fascista se
exhibe sin pudor alguno, e incluso, mientras hay quien se pasea por las calles
de El Ejido haciendo sonar el Cara al Sol
por la megafonía de un vehículo, el alcalde de Coria del Río retira el
monumento a las víctimas del franquismo.
Al tiempo la parafernalia y
simbología franquista sigue presente en calles, plazas y edificios del país; así
como en iglesias con la inscripción En
memoria de los caídos por Dios y por España. Hace poco la Fábrica Nacional de Moneda y
Timbre lanzó una moneda conmemorativa, Setenta
años de paz. Como cuando Franco conmemoró los veinticinco años de su
victoria. Parece que el Estado sigue contando los años de paz. Por ello, quizá, no sea de extrañar que haya quien
afirme que realmente llevamos ochenta años bajo el mismo régimen.
El
generalísimo Francisco Franco todavía está muerto. Chevy Chase, cómico-presentador de
una parodia de informativo en el mítico
programa de humor estadounidense 'Saturday Night Live' estuvo bromeando durante
un año sobre la muerte del dictador, informando de la estabilidad de su estado.
Cuarenta años después el programa se sigue emitiendo, y Franco, aunque quizás
su recuerdo esté mas vivo que nunca, afortunadamente, sigue muerto.
Antonio Jesús García
Publicado La voz de Almería (3-12-15)
Publicado La voz de Almería (3-12-15)
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