FUERA
DE EJE
Exclamaciones y gritos al
cielo han sido la reacción de empresarios y políticos locales expresando su malestar por la no
inclusión de Almería en el gran eje de promoción turística impulsado por
Málaga, Granada, Córdoba y Sevilla para mercados de alto poder adquisitivo.
Si tenemos
en cuenta que se creará un producto dirigido a un visitante de un poder
adquisitivo medio-alto y con la cultura como principal motivación, no es de
extrañar que la provincia quede excluida del mismo.
Todos hemos
padecido la situación: unos familiares o amigos de fuera que deciden pasar unos
días en la ciudad y debes hacerles de cicerone. Si es en verano lo solucionas
muy fácilmente, al Cabo a que flipen con las playas y por la noche atibórralos
de tapas por el centro. Pero, como sea invierno o esté nublado, qué carajo
haces con ellos.
Basta con lo
difícil y caro que es llegar para que, una vez aquí, no haya nada que ver ni
que hacer respecto a lo que el turismo cultural se refiere. Está claro que
Almería no puede competir con la Alhambra de Granada, ni con la Mezquita de
Córdoba, ni con los museos de Málaga, ni con la Cartuja sevillana, pero
mantener en estado de derrumbe paliativo a la Alcazaba de Almería tampoco ayuda
mucho.
Dos
instituciones de prestigio como son el Museo de Almería y el Centro Andaluz de
la Fotografía no son suficientes para figurar en el citado plan de promoción
turística. Curiosamente, son tuteladas ambas por la misma institución que la
Alcazaba.
Sin casco
histórico que ofrecer a los viajeros, la ciudad carece de un proyecto sólido
que marque la dirección en la que se debe trabajar. Altamente loables son las actuaciones
llevadas por el Museo de Arte con la exhibición de una colección de artistas locales,
pero lamentablemente nadie va a elegir su destino turístico por contemplar un
Perceval o un Capuleto.
Es
imprescindible ser consciente en qué se destaca, en qué se es único, para
potenciarlo y poder ofrecérselo a los demás. El cine podría ser una de las
apuestas, pero siempre que se realice de una forma seria. No dudo ni un
instante en la buena intención de nuestros líderes al intentar poner en valor
el pasado cinematográfico de la provincia, pero se requiere algo más que
limpiar de jeringuillas una escalera y poner un metraquilato; ni llamar museo a
algo que no contiene ni una sola pieza original.
Mientras no
exista plan conjunto de políticos, empresarios y diferentes estamentos de la
sociedad que diluciden, para después apostar por él, qué tipo de turismo
queremos, si cultural o de playa, y se arregle de una vez por todas el problema
de la comunicación, seguiremos excluidos de todos los ejes habidos y por haber.
Antonio
Jesús García
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