jueves, 13 de diciembre de 2018

Despropósito Global


DESPROPÓSITO GLOBAL



España Global es el nombre que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha creado para mejorar la reputación española en el mundo, sustituyendo a la extinta Marca España. La secretaria de Estado para España Global, Irene Lozano, ha sido la encargada de dar a conocer  tanto la nueva marca como su imagen corporativa.



De entrada nada que objetar a que el Gobierno pretenda proyectar al mundo una imagen de modernidad e intentar distanciarse de su denostada antecesora. Si lo hay en cuanto al diseño elegido y creado gratuitamente por la diseñadora Myriam Maneiro, quien, entre otros proyectos, llevó a cabo la campaña para las Primarias del PSOE en 2017. El logotipo, según la propia secretaría de Estado, representa un degradado de los colores rojo y amarillo propios de la bandera de España, simbolizando la diversidad existente en España que ha hecho posible que seamos un país muy tolerante.



Bonito argumento en la teoría, pero mediocre y anodino en la práctica. Un diseño de marca, compuesto por un texto con una manida Helvética y una especie de globo terráqueo creado con un gradiente de color en tonos cálidos, que van del amarillo al rojo, carente de interés y emoción alguna. Aparte de  elegir un nombre de empresa con tan poco gancho, la mayor torpeza de todo este catálogo de despropósitos, es la utilización de un logotipo en cuatricromía. Si ya resulta plana la versión en color, se antoja más que desastrosa su conversión a una tinta.



Llama también la atención que el trabajo haya sido realizado sin remuneración económica alguna. En el momento actual, donde la precariedad laboral,  la explotación y el intrusismo son una constante, el estado debería ser más cuidadosos y dar ejemplo relizando estos encargos mediante concurso público.



No es equiparable al caso, ni en método ni en calidad, con el del artista Shepard Fairey. Este contactó con el gabinete de Barack Obama y le presentó la imagen que se convirtió en el icónico cartel de la campaña presidencial del candidato por el Partido Demócrata  en 2008 en Estados Unidos.



Uno de los grandes aciertos de nuestra comunidad fue encargarle, en 1985, a Alberto Corazón,  uno de los diseñadores españoles más importantes de nuestra historia, la identidad corporativa de la Junta de  Andalucía: escudo, bandera y tipografía corporativa.



Puestos a tirar de nostalgia e insistir en el naranja como color representativo de nuestro país, habría quedado más divertido el cañí Naranjito, la mascota de la Copa Mundial de Futbol organizada por España en 1982.






Antonio Jesús García


Publicado La Voz de Almería (13-12-18)



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