NOCHE
DE DIFUNTOS. TRUCO O TRATO.
Es
fácil por estas fechas el escuchar comentarios despectivos a cerca
la Noche de Halloween y la supuesta colonización sufrida por parte
del imperio yankee, y aunque no deje de ser cierto, conviene no
escandalizarse y realizar algunas puntualizaciones al respecto.
Su
origen es un ancestral rito druídico llamado Samhain
donde celebraban el final del verano y de la temporada de cosechas en
un día en el que creían que la distancia que une este mundo con el
Otro se acortaba.
Tras
la ocupación romana, éstos la adoptaron denominándola Fiesta
de la Cosecha
introduciendo la manzana caramelizada en la celebración. Y fueron
los Papas Gregorio III y Gregorio IV quienes la cristianizaron como
tantas otras fiestas paganas, convirtiéndola en la Conmemoración
de los Fieles Difuntos.
Al igual que en México, anterior a la llegada de los españoles,
donde existía una celebración de origen mesoamericana y registros
de su práctica por parte entre otros de etnias mayas.
Mientras
la variante norteamericana o la mexicana se han desarrollado en un
claro ambiente de festividad, en la España negra la tradición
cristiana ha tenido un marcado carácter oscuro y superticioso.
Encontrándonos
con infinitas variantes en su forma de celebración, la era de la
comunicación y el mestizaje ha convertido el Día de Muertos en una
fiesta sincrética, que fusiona y adopta elementos de diferentes
festejos y tradiciones de manera lúdica en la que el uso o no de
disfraces y golosinas no le resta trascendencia cultural.
La
gran internacionalización de Halloween se produjo a finales de los
70, teniendo como punto álgido el estreno de La
Noche de Halloween
de John Carpenter, todo un referente del cine de terror de serie B,
con imnumerables imitaciones y secuelas.
En
México, donde los festejos son presididos por La
Dama de la Muerte,
uno de los legados más significativos son las ilustraciones de José
Guadalupe Posada popularizando a ésta como La
Catrina.
Uno de los ritos españoles mas conocidos es
La Santa Compaña,
con referencias a la misma en films como El
Bosque Animado
de José Luis Cuerda, ambientado en la postguerra, o El
Liguero Mágico
de Mariano Ozores, de la época del destape con gran profusión de
felpudos;
o
en temas musicales como A
Santa Compaña del
grupo vigués Golpes Bajos. Sigo la procesión con un hacha de cera,
soy
una parte de ellos que aterroriza la aldea.
Antonio
Jesús García
Publicado La Voz de Almería 31-10-13