“Si me quieres ver las tetas tienes que leer mi mensaje”, viene a ser la consigna de Femen, el contestatario grupo feminista fundado en Ucrania en 2008. Sus integrantes suelen llevar a cabo acciones en actos políticos nacionales e internacionales y contra entidades abiertamente machistas. En sus protestas, al realizarlas generalmente en toples, suelen acabar detenidas por los cuerpos de seguridad, habiéndose convertido en sus pocos años de vida en la organización feminista con más visibilidad.
Aunque las ideas que defienden coinciden con las de la mayoría de los movimientos feministas, sus métodos suelen encontrar duras críticas, incluso entre activistas de su rango ideológico, al considerar que los desnudos de sus performances no hacen sino alimentar el imaginario del patriarcado.
Al vivir rodeados de representaciones misóginas del cuerpo femenino en la publicidad, en la pornografía, en el arte y, en definitiva, en la cultura general; a menudo contemplamos con recelo y suspicacia casi cualquier representación sexual del cuerpo de la mujer. Ese rechazo que nos puede parecer lógico, es a su vez aventurado, pues no solamente como consecuencia de esas protestas las activistas sufren penas de cárcel, vejaciones, etc. sino que obviamos las posibilidades transgresoras y cuestionadoras del orden social que la sexualidad tiene en sí. Pero si algo las carga de razón es que sus desvestidos pechos no pueden disociarse del eslogan que hay escrito en ellos. En definitiva, el cuerpo de la mujer como arma política de una forma clara y concisa.
El pasado 17 de noviembre, integrantes de este movimiento realizaron su protesta irrumpiendo en un acto de conmemoración del dictador Francisco Franco, convocado en la plaza de Oriente de Madrid por la Asociación por la Derogación de la Memoria Histórica con motivo del 20 N, para denunciar que ese tipo de actos sean permitidos. "Fascismo legal, vergüenza nacional" fue la proclama elegida para adornar su torso desnudo en esta ocasión. Mientras eran detenidas por la policía, las jóvenes activistas fueron insultadas y agredidas por los manifestantes.
Donald Trump, Vladimir Putin, Silvio Berlusconi, el Vaticano o la Eurocámara son algunas de las personas e instituciones señaladas por el dedo, o mejor dicho por los pezones de Femen. Tiene su mérito que en un país en el que con parafernalia fascista incluida se homenajea legalmente a un genocida, sean las de las tetas las que tengan los huevos de protestar por ello, o mejor dicho: ovarios.
Antonio Jesús García