Libertad de Expresión

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Cuando el intento de ocultación de un asunto multiplica su difusión se le denomina Efecto Streisand. El empeño de William Randolph Hearst de acabar con Ciudadano Kane de Orson Welles terminó por asociarla definitivamente a su nombre. La publicación de la letra de la canción Me gusta ser una zorra en el periódico ABC exigiendo responsabilidades, a la larga provocó la dimisión del director del programa de televisión, Carlos Tena, y el cierre del mismo, Caja de Ritmos, lo que posibilitó al grupo de punk-rock femenino Las Vulpes su momento de gloria.

Aunque esto sucedía ya anteriormente, desde la existencia de Internet a los censores les suele salir el tiro por la culata más de una vez.

El último y más cercano revés lo ha sufrido la editorial RBA al retirar y destruir un número ya impreso de la revista El Jueves por su sátira a la Corona. No es la primera vez que la citada revista sufre episodios de censura por sus chistes sobre la Familia Real, pero lo realmente curioso es que, mientras en 2007 fue la Audiencia Nacional quien decidió secuestrar la publicación por una caricatura de los Príncipes haciendo guarreridas, en esta ocasión haya sido la editorial propietaria del medio quien haya dado tal paso, provocando una ola de abandonos de dibujantes de la revista.

Es llamativo que cuando, en 2005 algunos líderes musulmanes exigieron acciones contra un periódico danés al haber tomado como una provocación unas caricaturas de Mahoma,  aquí desbordamos ríos de solidaridad para con los autores de las imágenes apelando a la libertad de expresión, al tiempo que criticábamos duramente la intolerancia de los amenazantes, y ahora somos capaces de actuar de forma similar al censurar una viñeta.

Flaco favor le hace de este modo la editorial al inminente Felipe VI, al poner de manifiesto que reinará en un país donde se ataca libertad de expresión, derecho fundamental definido como medio para la libre difusión de las ideas.

Resulta reseñable que hayan sido precisamente los humoristas, los dibujantes de los chistes, los que más en serio se han tomado la libertad de expresión diciéndole Ahí te quedas al grupo editorial, porque, no lo olvidemos, estamos hablando de trabajadores, no de ejecutivos millonarios, que a buen seguro se enfrentan a un futuro incierto, pero que anteponen su dignidad a su bienestar. Evidentemente nada que reprochar a los que siguen en la redacción de El Jueves o de cualquier otro medio, no existe mayor censura que el miedo a perder tu trabajo. No olvidemos que quien lucha por su dignidad lo hace también por la de los demás, por ello, a esos dibujantes y colaboradores de El Jueves que  han dado su trabajo por la mía: Gracias.

Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (12-6-14)