QUIERO VOTAR
EN MADRID
Elecciones
en el horizonte, ante ellas las habituales campañas, contra campañas y demás carreras
para la elección de candidato. En Madrid, donde la cosa no pintaba nada bien
para IU tras la dimisión de su más mediática figura, la elección como candidato
de Luis García Montero se torna como un halo de esperanza. El escritor junto a
Ángel Gabilondo, tremendo el circo también del PSOE, se acercan al ideal de lo
que debería ser un dirigente político y cuyo mérito real será salir indemnes de
las cloacas en las que se encuentran sumergidos sus correligionarios. Avalada
por un manifiesto suscrito, entre otros, por Baltasar Garzón, Rosa Regás,
Joaquín Sabina, Pedro Almodóvar y Cristina Almeida, la ilusionante apuesta por
el intelectual granadino dibuja un panorama bien distinto al que nos tiene
acostumbrados la clase política a pesar del descalabro que le auguran en las
encuestas a la formación. En la mente la figura del viejo Profesor, cuya labor
como alcalde suscitó unanimidad a su favor más allá de su filiación política,
cuando Madrid vivió un espectacular renacimiento de su vida cultural, artística
y social.
En Almería,
durante el mandato del recientemente fallecido Santiago Martínez Cabrejas y por
mor de un pacto de izquierdas, los andalucistas Laudelino Gil y Fernando
Navarrete situaron la gestión cultural en cimas difíciles de igualar y
continuada durante la concejalía de cultura de Fernando Martínez. Algo similar
sucedió con el tándem Antonio Maresca y Pepe Guirao en la Diputación.
La Movida
daba sus últimos coletazos y una noche aparecieron Cabrejas y Martínez por pub
Casablanca, centro neurálgico y cultural de la época capitaneado por Fernando
Barrionuevo y José Sánchez. En plena campaña de relevo en el sillón consistorial,
entre efluvios de cava y otros alcoholes, el futuro nuevo alcalde se dejó
mantear literalmente por los allí presentes. Santi dejó la alcaldía y nada
volvió a ser como antes, aunque nadie podía imaginar que la cosa descendiese
hasta los niveles de pobreza actuales donde se confunde cultura con folclore.
Por lo
general la persona encargada de marcar los designios culturales de un proyecto
político poco o nada tienen que ver con el entramado cultural de la ciudad. No
solo es ajeno a ese mundo antes de su nombramiento, sino que normalmente continua
siéndolo tras él. Raúl Quinto como presumible responsable de Cultura en la
lista encabezada por Antonio Heras a la alcaldía de la ciudad por Podemos puede
ser la excepción.
Mientras, en
las autonómicas andaluzas ninguna formación brinda la posibilidad de votar a un
candidato de la categoría de García Montero… ¡Quiero votar en Madrid! ¿Se
puede?
Antonio Jesús
García
Publicado La
voz de Almería (12-3-15)
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