SENTIMIENTO
ANDALUZ.
Si
atendemos a su abanderamiento por un solo partido y su escasa representación
parlamentaria se podría concluir, a diferencia de otras comunidades, que no
existe un sentimiento de Nacionalismo Andaluz.
¿Existe una identidad que dote a la sociedad de una
conciencia y sentimiento de ser andaluz?
Muy probablemente ese sentimiento haya existido desde
los tiempos más remotos, a través de los siglos, en un crisol formado por el poso
dejado por fenicios,
griegos, cartagineses, tartessos, romanos, árabes, etc., en los
pueblos, en las ciudades, en la arquitectura, el arte, la gastronomía y en las
costumbres.
Bien
es cierto que una baza ha jugado poderosamente en contra de ese sentir, la
identificación del folclore andaluz con el español, especialmente durante la
dictadura franquista. La imagen transmitida de España al exterior no era otra
que un compendio de estereotipos andaluces, Flamenco, toros, farales y pueblos
blancos inundaron los posters y folletos propagandísticos del Ministerio de
Información y Turismo. Por este motivo, mientras en otras regiones como
principio de defensa de lo propio se
rechaza lo español, es difícil que esto se dé en Andalucía. Tan solo la paella
valenciana se salva de los clisés andaluces.
El nacionalismo se
cura viajando, frase atribuida a
Pío Baroja que alude al lado mas peyorativo del término nacionalismo. Aunque es
costumbre achacar al nacionalismo en general algunos de los peores estigmas de
esta sociedad como la xenofobia y la violencia, el nacionalismo andaluz no se
siente identificado con este tipo de conductas, sino mas bien al contrario.
Blas infante en claro distanciamiento de los tradicionales patrioterismos
chovinistas declaró: Mi patriotismo sigue
otros derroteros; antes que andaluz es humano.
La paradoja del
cretense mentiroso, es en la que el cretense Epiménedes
dice:
-Todos los
cretenses son mentirosos. ¿Esta afirmación es
verdadera o falsa? Si es falsa entonces es verdadera y si es verdadera entonces
es falsa. Se acaba en una contradicción de difícil salida.
Siguiendo este sofisma podríamos concluir que no existe un nacionalismo
andaluz porque todos los andaluces son nacionalistas. Un nacionalismo universal reafirmado además en la letra de su himno: Sea por Andalucía libre, España y la humanidad.
Otra paradoja podría constituir el afirmar que el nacionalismo
andaluz es anti nacionalista pues este no está basado en la exaltación
chovinista de lo propio ni se cree mejor que nadie, simplemente se siente
diferente.
Como cantaba Carlos Puebla y sus Tradicionales en el
álbum
Soy
del pueblo: Yo admiro todo lo bueno, yo admiro todo lo sano, pero si hay que
decidir: Yo sigo siendo cubano (andaluz).
Antonio Jesús García
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