jueves, 26 de marzo de 2015

Rock por la Puerta Grande



ROCK POR LA PUERTA GRANDE


El denominado rock torero supuso un punto de inflexión en la movida madrileña, cuando con chulería se comenzaron a sustituir las modas generalmente importadas del mundo anglosajón por una imaginería patria hasta ese momento denostada por la progresía reinante, y cuyo máximo exponente fue el grupo Gabinete Caligari y su castiza indumentaria.

Como hijos bastardos de esa línea cañí, pero con mucho más morro y sentido del humor, nacen Los Monumentales, dúo musical de taurino nombre que presenta disco y cuya imagen y camisas de lunares no sólo se asemejan a las que lucían Urrutia y Calvo en Gabinete o José Antonio García en 091, sino que van mas allá y nos retrotraen descaradamente a la copla y al folclore español.

La portada del disco, como no podía ser de otra manera, contiene fotos de una sesión realizada en el mismo albero del coso de la Avenida de Vilches, y cuyo diseño luce un marcado aire retro al estilo de la casa Belter; cuando en los años 60 y 70 las portadas con la imagen de Manolo Escobar, Juanita Reina o El Fari copaban los escaparates de las tiendas de discos y se escuchaban sin descanso en las gramolas de los bares. Botines de tacón cubano y una imagen de la Virgen del Mar pegada sobre el bombo de la batería completan la irreverente estampa.

Ambiente de fiesta para la presentación en sociedad del disco en la Sala Vampiras, donde la presencia y apoyo de Ruiz Manuel, el torero almeriense, hacía recordar la época en la que Antoñete acostumbraba asomar su blanco mechón para mojar el gaznate por el King Creole, templo del rockabilly en el madrileño barrio de Malasaña.

Billetes es el título del primer ep en vinilo de Los Monumentales, cuatro canciones perpetradas con alevosía al alimón por Francis Aguilar y Aníbal Ortiz.  Garaje Cañí, Punk Carpetovetónico o Rock and Roll Gitano son tan solo algunas etiquetas con las que se ha intentado calificar su estilo musical  aunque no es tarea fácil.

Autores de sus propios temas, la pareja no duda en cometer crímenes de lesa humanidad al interpretar en directo clásicos populares como María de la O, Si vas a la mar, o La bien pagá, en simpáticas y gamberras versiones. La fórmula es sencilla, ponga en la coctelera a Sid Vicious, El Príncipe Gitano, los Stray Cats y a Estrellita Castro, y agite fuertemente.


La letra del tema estrella del disco no solo no deja lugar a interpretaciones sobre cuáles son sus verdaderas intenciones sino que podría componer la banda sonora de multitud demandas de divorcio: Ya no quiero más tu amor, me resulta agotador, todo se acabó, sabes que no hay solución, lo único que quiero yo son BILLETES.


Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (26-3-15)



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