Si inicialmente el término
hacía referencia al ingenio que desarrollaban algunos integrantes de este
cuerpo, cuando su cometido abarcaba más vicisitudes que la de apagar incendios,
en la actualidad su significado resulta peyorativo al hacer referencia a
ideas absurdas o ridículas. Esta última acepción es la que se le podría
aplicar al los responsables del Ministerio de Educación encargados de elaborar
los nuevos títulos de Formación Profesional.
Polémica ha despertado la de
Tauromaquia y Actividades Auxiliares Ganaderas. Entre las enseñanzas a
evaluar se encontraría enseñar a inseminar, a hacer verónicas o a matar con
eficacia y pureza. Al margen de parecer un mero brindis al sol a los
partidarios de la llamada Fiesta Nacional, de cara a las próximas
elecciones, surgen algunos interrogantes: ¿la titulación se conseguiría matando
un toro? ¿si te coge vas a septiembre? O más grave aún, si te mata, para la
estadística ¿cuenta como abandono escolar?¿un Zalduendo sería material inventariable
o fungible? Curioso resulta el carácter clasista de la ley, o te juegas la vida
delante de unos pitones o haces de mamporrero; porque para ser ganadero
la única titulación necesaria es tener pasta.
Invisible, tras la polvareda
levantada por el morlaco, se ha colado una titulación mucho más absurda y
demencial: la de Actividades Domésticas y Limpieza de Edificios. Una FP básica
con clases para aprender a hacer la lista de la compra o zurcir un calcetín. La
orden insta a las administraciones educativas, a tener en cuenta la creciente
complejidad de los electrodomésticos al desarrollar el currículo, y entre los
criterios de evaluación figura que se haya seleccionado el programa de lavado y
centrifugado adecuado a cada lote de ropa. ¿Significa esto que junto al
contrato matrimonial se firmaría otro laboral con horario, salario, alta
en la seguridad social y vacaciones remuneradas? Evidentemente no, y las
señoras, de profesión, Sus Labores,
según figuraba en el antiguo D.N.I. seguirán sin tener derechos laborales. Todo
apunta a que la infinita nostalgia que estos próceres de la patria sienten por
el régimen anterior les ha llevado de alguna forma a intentar recuperar
el espíritu Sección Femenina de la Falange Española, cuyo cometido era el
control absoluto de la formación de la mujer con el fin de hacer de las jóvenes
buenas patriotas, buenas cristianas y buenas esposas.
En vez de cambiar de Plan de
Educación cada vez que hay un nuevo gobierno, más valdría dejar la ideas de
bomberos a un lado, y realizar un pacto de estado por la educación.
Antonio Jesús García
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