FITUR,
FOTOS Y FAMOSOS
Un
año más los medios se hacen eco del supuesto éxito del stand de la provincia de
Almería en FITUR, la feria turística por excelencia. Uno se pregunta si estos eventos realmente sirven para algo.
Imagino
que debería serlo, si se acude al mismo provisto de una buena agenda de trabajo
argumentada por un buen plan estratégico.
Al
parecer una de las reivindicaciones planteadas es que la Semana Santa
almeriense sea declarada Bien de Interés
Turístico Nacional. De verdad ¿hay quien piensa que alguien va venir a
Almería a ver procesiones antes que a Sevilla o a Málaga?
Encontrar
lo que nos hace diferentes y únicos del resto de la competencia figura en el
primer capítulo de la cartilla Palau
del marketing; mientras, aquí se pretende competir con la madrugá o con el Cachorro de Triana.
Al
parecer, toda la estrategia está basada en el video promocional realizado por Costa de Almería. Mostrando unos
fantásticos paisajes, sí, pero unos paisajes a los que es muy difícil de
llegar.
En
el libro La Andalucía del Siglo XIX en
las Fotografías de J. Laurent y Cía, editado por el Centro Andaluz de la
Fotografía, sobre el trabajo del famoso fotógrafo francés en la comunidad
andaluza, llama la atención la existencia de fotografías de todas las
provincias andaluzas, excepto Almería. ¿Cómo es posible esto? La respuesta es
bien sencilla, basta con mirar un mapa de carreteras de la época, era
prácticamente imposible acceder a ella. 150 años después seguimos incomunicados
por tierra mar y aire. La comunicación en la provincia es un problema
sempiterno.
Qué felicidad que sea tan caro el metro más feo de Europa,
cantaban en 1978 en referencia al suburbano madrileño, los punkis de Kaka de
Luxe. En la actualidad estarían encantados con las tarifas de vuelo mas
caras de Europa. Incluso
las de las compañías low cost son las
de menos bajo coste que existen.
La
gran transformación económica sufrida en la provincia no ha tenido su paralelismo
en una mejoras de las infraestructuras y medios de transporte. Ello no solo
afecta al turismo, también lo hace sobre otros ámbitos, como la cultura, por
ejemplo, a una compañía de teatro o de danza le supone un gasto adicional el
venir a representar a la ciudad.
Mientras
esto no se solucione estos eventos servirán, poco más o menos, para ver en la
prensa local a personalidades y autoridades de todo signo y color, posando
junto al primer conocido que pase por ahí al tiempo que devoran gambas en gabardina.
Si el epitafio John Wayne apela a las tres efes, feo, fuerte y formal, las del
certamen turístico serían: fitur, fotos y famosos.
Antonio Jesús García
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