¿LLEGARÁ EL MAGNATE Y MANDARÁ PARAR?
Bajan revueltas las aguas del universo
Marvel, la editorial de cómics estadounidense especializada en el género de
superhéroes, cuyo éxito está ligado íntimamente a Stan Lee, guionista cuya
prodigiosa mente ha dado a luz a personajes tan icónicos universalmente como
Spiderman, Capitán América, Thor o los X-Men.
Mucho ha cambiado la historia desde
esos extraños cuadernos casi cuadrados de Ediciones Vértice a los que se
le redibujaban parte de las viñetas para adaptarlas al nuevo formato. Estos
convivían con las mexicanas ediciones de Novaro, más fieles a los originales
USA y que se distribuían también en España.
Curiosas las traducciones hispanas de
los nombres de los personajes de la época, donde Daredevil era Dan Defensor,
Silver Surfer era Estela Plateada y Spiderman no era Peter Parker sino Pedro
Márquez.
Los tiempos cambian que es una
barbaridad dijo don Hilarión, personaje de la zarzuela La verbena de la Paloma
y, de un tiempo a esta parte, la editorial americana parece habérselo tomado al
pie de la letra, más aun desde que fuera absorbida por Disney.
Al margen del galimatías que supone que
Bruce Banner y Hulk ahora sean dos personas diferentes, o de que Mujer
Invisible, La Cosa, Profesor X y otros hayan muerto, la sobreexplotación del
producto lleva al desgaste y a buscar nuevas fórmulas en un desesperado intento
de adaptarse a los nuevos tiempos e intentar ensanchar el espectro de público.
Con un plantel de héroes integrado
principalmente por varones de raza blanca, Marvel ha decidido ampliar la
diversidad de los mismos.
De entrada, existen dos versiones
femeninas de Spiderman, Spider Gwen y Spider-Woman; al tiempo Peter Parker, el
Hombre Araña original, es sustituido por el adolescente Miles Morales,
mitad afroamericano y mitad latino.
Mjölnir, el encantado martillo del hijo
de Odín, ha pasado a manos de su novia Jane Foster, que a partir de ahora es
Thor. Ignoramos si el escandinavo héroe ha dejado de ser digno de encarnar ese
poder o simplemente no ha salido bien parado de un proceso de divorcio.
A la diversidad racial se le une la
musulmana Kamala Khan, de origen pakistaní que viste el manto de Ms Marvel.
Lo que se puede considerar como un
ejemplo más de apertura de la era Obama puede irse al traste si Trump se alza
con la victoria en los próximos comicios, pues a buen seguro que no le hace
gracia el cambio quizás más significativo: el héroe más patriótico de Marvel,
el Capitán América, es encarnado por Sam Wilson, personaje negro.
El traje de barras y estrellas lucido
por un negro y el arácnido por un chicano. ¿Llegará el magnate y mandará parar?
Antonio Jesús García
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