PITONISA LOLA (FLORES)
A lo largo de su más que exitosa y longeva
permanencia en parrilla, los Simpsons, la famosa familia amarilla, aparte de
entretenernos con su humor, han vaticinado sucesos o eventos que años más tarde
han sucedido en la vida real. Quizá uno de los más inquietantes haya sido la
precognición de la presidencia de Donald Trump. El objetivo de Matt Groenning no era otro que el de hacer una crítica hilarante y
descabellada de la sociedad. Si convenimos que la humanidad evoluciona hacia el
absurdo no deja de ser lógico que algunas sus predicciones se cumplan.
Sin embargo, se ha pasado por alto el sentido
profético de uno de nuestros más ilustres famosos: la pitonisa Lola, y no nos
referimos a la de las velas negras, sino a María Dolores Flores Ruíz, Lola
Flores.
La Faraona no sólo ha dejado para el imaginario
colectivo y el habla popular la gran frase “si
me queréis, irse” para solicitar a alguien, en tono humorístico, que
abandone un lugar, sino que también fue precursora en diferentes y variopintas
cuestiones.
Ella inventó el Rap. Este término viene de Rhythm and poetry (ritmo
y poesía) y es
un género musical desarrollado a finales
de los años 60 por la comunidad afroamericana de Estados Unidos. Aunque ya
existían antecedentes, en 1964, con letra de León y Quintero, Lola Flores grababa
Tanguillo de La Guapa de Cádiz, en un
recitado rítmico de la letra más cercano al rapeado que al cantado.
Su gran visión comercial le hizo ser toda una precursora del merchandising. La Faraona propuso a los creadores de
las muñecas flamencas de souvenirs
que hiciesen una con ella. La
figura estaba incluso peinada por el propio peluquero de la artista. Evidentemente
la dueña del Lerele se llevaba un
porcentaje de las ventas.
También fue de las primeras
personalidades de la farándula en coger los pinceles y dedicarse a ensuciar lienzos,
logrando exponer hasta en Nueva York.
Pero si de verdad nuestra artista merece
figurar en las enciclopedias al lado de Nostradamus es por profetizar el crowfunding. Fue en el primer caso de
Hacienda contra un famoso, entre el año 82 y 85, Lola y el Pescaílla no
presentaron la declaración de la renta. En su defensa alegó no recordar si
había hecho o no la declaración; una avanzadilla del “no me consta” actual. “Si una
peseta me diera cada español…”, la ocurrencia de la artista para recaudar
el importe reclamado; a buen seguro ha sido la fuente de inspiración para la Caja
de Solidaridad con la que la Asamblea Nacional Catalana hace frente a las
multas impuestas a sus dirigentes.
Antonio Jesús García
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