EL
PERIPLO DEL HÉROE
Difícil
en estos días el substraerse a los convulsos e imprevistos cambios
gubernativos producidos en el panorama nacional. Solo el tiempo dictará
sentencia de lo oportuno o no de los mismos. Al margen del ilusionante
optimismo que se le supone siempre a un cambio de este calado, y dado que el
fin de esta columna no es, ni pretende serlo, el análisis político,
intentaremos verlo desde otra óptica.
Lo más
impresionante, sin duda, es el recorrido efectuado por Pedro Sánchez, de ser un
cadáver político a nuevo inquilino de la Moncloa. Tras ser expulsado de Ferraz,
cambio de cerradura incluido, como Isaac fue ofrecido a los dioses sin carnero
redentor de por medio. Una vez certificada su acta de defunción, montado en su propio
coche decide emprender una suerte de road
movie particular en un gesto más inherente a la sin razón que a la cordura,
como un enajenado pastor recorriendo los nueve círculos del infierno descritos
por Dante Alighieri.
El
periplo del político socialista suena conocido, lo hemos visto miles de veces
en películas y libros. El viaje del héroe hecho a si mismo, como ese chaval
timorato y pusilánime de la pandilla del instituto que regresa siendo el más
alto, guapo y fuerte de todos. El guion no se detiene ahí, podríamos encontrar
otros paralelismos: desde la quijotesca lucha contra los fantasmales
molinos/gigantes, el expirar pecados tras un errante peregrinar por el
desierto, el regreso a Ítaca tras su peculiar Odisea, hasta los 12 trabajos de
Hércules (dejamos al lector y su imaginación la asignación de papeles al
despellejado León de Nemea, la Hidra de Lerna, el Jabalí del Emirato o la
limpieza de los Establos de Augías); incluso nos podríamos retrotraer al
apuñalamiento de César por Brutus.
Es tan
débil la frontera que separa esa fe inquebrantable en uno mismo de la
iluminación mesiánica que, una vez concluida con éxito la misión de salvar a la
Humanidad del villano de turno, lo que ahora se antojan loas, en el caso
contrario habrían sido burlas y carcajadas.
Aunque
en breve las librerías se poblaran de volúmenes intentando explicar este hecho,
junto a su quehacer como gobernante, el señor Pedro Sánchez bien podría
escribir un libro de autoayuda en el que cuente que lleva a una persona en ese
momento de aparente no retorno, en el que todo parece haber acabado y carecer
de sentido, a seguir hacia adelante, y aunque ni tus propios correligionarios
te crean, decir que serás próximo presidente de gobierno. Tiembla Paulo Coelho.
Antonio
Jesús García
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