¡VIVA EL MAL, VIVA
EL CAPITAL!
En un momento en el
que los españoles de banderitas en la muñeca y en el balcón gustan presumir de
gloriosas y pretéritas etapas de la historia de la Humanidad, convendría
señalar algunos aspectos en los que realmente somos únicos en el mundo.
Conocido es el modo
de actuar de la mafia italiana, la llamada Cosa Nostra. El Padrino, dirigida en
1972 por Francis Ford Coppola, y Uno de los Nuestros, dirigida en 1990 por el
recientemente galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes,
Martin Scorsese, son algunos de los ejemplos con los que la gran pantalla nos
ha ilustrado, quizás con un exceso de épica. Pero la realidad es mucho más dura
y carece de la epopeya otorgada por el cine. Baste recordar el salvaje atentado
perpetrado contra el juez anti-mafia Giovanni Falcone, en el que se usaron más
de 1.000 kilos de explosivos para volar varios centenares de metros de
autopista. ¡Vaya carnicería! ¡Qué cosa más desagradable! Aquí somos mucho más
refinados, cuando un juez no es afín a nuestros
intereses se sustituye por otro o se revisa una
sentencia del Supremo de la noche a la mañana, y aquí paz y después gloria. Una
lástima que Mario Puzo falleciera en 1999 y no pudiera ambientar en España una
de sus obras.
Por otro lado, nos encontramos en un sistema capitalista que
preconiza la liberación de la economía, el libre comercio, la reducción del gasto público y la no intervención del Estado. Es
decir: como yo arriesgo mi dinero, la pasta que gano es para mí y no tengo por qué pagar impuestos, y si cosecho pérdidas
apechugo con las consecuencias. Nosotros, como somos más chulos que un ocho,
hemos pervertido el sistema: en vez de invertir mi capital accedo a gestionar
infraestructuras realizadas con dinero público, si tengo beneficios, como buen
capitalista, disfruto de ellos a la vez que intento tributar lo menos posible,
y si el negocio es deficitario reclamo el intervencionismo del Estado para que
me socorra.
Esto sí que son dos
claros ejemplos de I+D español. El desarrollo de nuevos productos o la mejora
de los ya existentes es más que evidente. Capitalismo y Mafia 2.0.
Entre 1984 y 1988, en La Bola de Cristal, los
niños escuchaban todo tipo de disparatadas propuestas supuestamente capitalistas,
pero con el loable fin de remover conciencias. Jamás pudo imaginar la ya
octogenaria creadora del programa, Lolo Rico, que algunos no captaran la ironía
y terminaran abrazando la proclama de la Bruja Avería: “Viva el Mal, viva el
Capital”.
Antonio Jesús García
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