jueves, 29 de noviembre de 2018

Tetas con Dos Huevos



TETAS CON DOS HUEVOS.


“Si me quieres ver las tetas tienes que leer mi mensaje”, viene a ser la consigna de Femen, el contestatario grupo feminista fundado en Ucrania en 2008. Sus integrantes suelen llevar a cabo acciones en actos políticos nacionales e internacionales y contra entidades abiertamente machistas. En sus protestas, al realizarlas generalmente en toples, suelen acabar detenidas por los cuerpos de seguridad, habiéndose convertido en sus pocos años de vida en la  organización feminista con más visibilidad. 

Aunque las ideas que defienden coinciden con las de la mayoría de los movimientos feministas, sus métodos suelen encontrar duras críticas, incluso entre activistas de su rango ideológico, al considerar que los desnudos de sus performances no hacen sino alimentar el imaginario del patriarcado. 

Al vivir rodeados de representaciones misóginas del cuerpo femenino en la publicidad, en la pornografía, en el arte y, en definitiva, en la cultura general; a menudo contemplamos con recelo y suspicacia casi cualquier representación sexual del cuerpo de la mujer. Ese rechazo que nos puede parecer lógico, es a su vez aventurado, pues no solamente como consecuencia de esas protestas las activistas sufren penas de cárcel, vejaciones, etc. sino que obviamos las posibilidades transgresoras y cuestionadoras del orden social que la sexualidad tiene en sí. Pero si algo las carga de razón es que sus desvestidos pechos no pueden disociarse del eslogan que hay escrito en ellos. En definitiva, el cuerpo de la mujer como arma política de una forma clara y concisa.

 El pasado 17 de noviembre, integrantes de este movimiento realizaron su protesta irrumpiendo en un acto de conmemoración del dictador Francisco Franco, convocado en la plaza de Oriente de Madrid por la Asociación por la Derogación de la Memoria Histórica con motivo del 20 N, para denunciar que ese tipo de actos sean permitidos. "Fascismo legal, vergüenza nacional" fue la proclama elegida para adornar su torso desnudo en esta ocasión. Mientras eran detenidas por la policía, las jóvenes activistas fueron insultadas y agredidas por los manifestantes. 

Donald Trump, Vladimir Putin, Silvio Berlusconi, el Vaticano o la Eurocámara son algunas de las personas e instituciones señaladas por el dedo, o mejor dicho por los pezones de Femen. Tiene su mérito que en un país en el que con parafernalia fascista incluida se homenajea legalmente  a un genocida, sean las de las tetas las que tengan los huevos de protestar por ello, o mejor dicho: ovarios. 


Antonio Jesús García 

Pubcado La Voz de Almería (29-11-18)


jueves, 15 de noviembre de 2018

El Cine Nos Engaña








El CINE  NOS ENGAÑA



A menudo albergamos la sensación de que el cine nos instruye, de que aprendimos a besar o a amar en la gran pantalla mimetizando sensaciones y emociones aún no experimentadas. Pero el cine, la literatura o el arte no representan la realidad, no dejan de ser abstracciones de la misma realizadas por creadores que acentúan los aspectos más convenientes para su fin. A veces esto parece no quedar claro y Roberto Saviano, en su obra Gomorra, nos ilustra cómo al empuñar las armas de lado, a la manera de las películas de Tarantino, los sicarios actuales han perdido efectividad a la hora de cometer sus fechorías. Basta comparar la impresionante planta de Kris Kristofferson en Pat Garret and Billy The Kid, dirigida en 1973 por Sam Pekinpah, con el andrajoso aspecto de William Henry McCarthy, el auténtico Billy el Niño, para comprender que el cine nos engaña y, aunque siempre habrá alguien que presuma de lo contrario, el sexo no se parece en nada a las andanzas de Rocco Siffreddy.



Si existe un género que haya aportado uno de los iconos más reconocibles del siglo pasado, con su época de esplendor durante la Guerra Fría, es el de espías: gabardina, sombrero, gafas oscuras, etc. Traiciones, decepciones y dualidades componen por definición los fundamentos del género. El imaginario popular nos transporta a la Stasi (RDA), el órgano de inteligencia de la República Democrática Alemana, y a obras como El espía que surgió del frío de John Le Carré, y su adaptación cinematográfica, con un apuesto Richard Burton en el papel de Alec Leamas. El espía se presenta, por antonomasia, como un ser elegante, inteligente y seductor. Por eso, acostumbrados a Matt Damon, Sean Connery o Tom Cruise, uno solo puede sufrir una inmensa decepción al ver la estampa cutre salchichera del comisario Villarejo en los medios de comunicación.



Fue el hoy expresidente del gobierno socialista Felipe González  quien afirmó: el Estado de derecho se defiende en las tribunas, en los salones y, también, en los desagües. Las cloacas del estado parecen haber alcanzado tal nivel de podredumbre que la inmundicia rezuma por las alcantarillas. Aparte de  no entender cómo esta persona ha conseguido inundar de alpechín todos los estamentos de la sociedad, cabe preguntarse cómo es posible que tras años dedicándose a trapichear y chantajear a políticos, jueces, fiscales, y personajes de toda índole, nadie se atreviera a denunciar a un tipejo que ni de malo habría tenido cabida en una peli de James Bond.







Antonio Jesús García



Publicado La Voz de Almería (15-11-18)




jueves, 8 de noviembre de 2018

El Que Se Mueva No Sale En La Foto








EL QUE SE MUEVA NO SALE EN LA FOTO



“El que se mueve no sale en la foto”. Conocida es la sentencia pronunciada por Alfonso Guerra cuando se encontraba al frente del aparato del PSOE. Una advertencia hacia quienes pudieran sentir la tentación de romper el orden establecido dentro del partido. Aunque se trata de un aviso para navegantes, refleja a su vez la importancia que para la clase política tiene la imagen, la fotografía. Hay que salir en la foto.


Esa obsesión por la foto les induce, a veces, a protagonizar ridículos apoteósicos como el que llevó, en 2013, a catorce políticos del municipio de Alhendín, Granada, a inaugurar una rotonda de pequeñas dimensiones.

Pero quizás los episodios más sonrojantes sean los perpetrados últimamente por Juan Manuel Moreno Bonilla, actual presidente del PP de Andalucía y candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía.


Resulta difícil de comprender la idea de comenzar una campaña en el pórtico de un prostíbulo. Que sí, que es donde se supone que el exdirectivo de Empleo “se equivocó” de tarjeta diez veces al pagar; pero al final, la imagen que prevalece es la de Bonilla a las puertas de un puticlub. Plantear que un tipo se publicite en la entrada de un burdel se antoja como mínimo arriesgado.

Y como cualquier trama que se precie necesita de un crescendo, al bueno de Juanma no se le ha ocurrido otra cosa que llevar a un grupo de periodistas al pinar de la Puebla del Río (Sevilla). Donde en 1974, algunos dirigentes socialistas, entre los que se encontraban Felipe González, Manuel Chaves y Alfonso Guerra, dejaron una foto para la historia, la famosa foto de la tortilla. La cámara era del fotógrafo Pablo Juliá, que configuró los parámetros, pero quién apretó el botón fue Manuel del Valle, que a la postre sería alcalde de la capital hispalense. 


Al margen de la falta de pudor que supone el apropiarse de símbolos e imágenes que no les pertenecen, tal reivindicación se le puede volver en contra con solo recordarles su postura ante el estatuto de autonomía. UCD pidió la abstención con el eslogan: “Andaluz, este no es tu referéndum”, al tiempo que Alianza Popular abogaba directamente por el No. Solo el patetismo alcanza a justificar que la derecha revindique ese momento de clandestinidad socialista.  Este hombre también se ha hecho una foto comiendo en un lugar tan andaluz como un Burguer King. ¿Qué será lo próximo, abrazarse a un póster del Che Guevara? La única explicación ante tanta torpeza es que su asesor de imagen sea un topo del PSOE. 




Antonio Jesús García


Publicado en La Voz de Almería (8-11-18)




jueves, 1 de noviembre de 2018

¡Al Rico Isótopo Radioactivo!





AL RICO ISÓTOPO RADIOACTIVO

Ya es oficial, Almería ha sido proclamada Capital Española de la Gastronomía 2019. El jurado  ha valorado especialmente de la gastronomía almeriense, entre otras cosas, combinar mar y tierra, la excelencia de sus productos, y la convivencia de la tradición y la innovación. Razones tan absolutamente generales que nos hermanarían con diez mil ciudades en todo el mundo.

Nada que objetar al duro trabajo realizado por el Ayuntamiento para impulsar una candidatura que ha sido respaldada tanto por los ciudadanos de a pie, como por los profesionales de la hostelería y por otras instituciones. Es innegable la importancia económica y turística que la gastronomía tiene en España, y una distinción de este calibre debería llevarnos a reforzar nuestra imagen turística.

En anteriores ediciones los elevados gastos del canon de participación  junto a lo invertido en las campañas y actividades realizadas, fueron ampliamente rentabilizados gracias al gran  impacto económico que para la ciudad designada como capital gastronómica supuso el incremento de turistas.

Nuestra ciudad dispone de todos los ingredientes necesarios para conseguirlo también. Todos menos uno, el más importante: la comunicación. Si queremos equipararnos a ese tipo de ciudades, debemos reunir las condiciones necesarias para poder hacerlo, para que los turistas puedan acceder fácilmente a nuestra localidad. La Alta Velocidad o el Corredor Mediterráneo son entelequias de las que llevamos décadas oyendo hablar sin observar cambio alguno. Lo de la comunicación ferroviaria es de risa, y del precio de las aerolíneas, mejor ni hablar.  Mientras esto no se solucione la capitalidad gastronómica o cualquier evento parecido, se quedará en algo meramente endogámico. Los almerienses no necesitamos una campaña que nos descubra las virtudes de la tapa, lo bueno que está el queso viejo de El Puga o lo increíbles que son las patatas a lo pobre con huevo del Quinto Toro.

Por si esto nos pareciera poco, hace tan solo unos días se ha conocido que el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) ha trasladado 1500 kilos de material radiactivo a Palomares. Aunque parece ser que estos residuos no pueden tener consecuencias reales respecto a la contaminación de productos alimentarios, esta operación realizada en 2016 y que supone una falta de respeto a los almerienses y a nuestra dignidad, no se nos antoja como la mejor forma de estrenar capitalidad gastronómica alguna. Al rico isótopo radioactivo.



Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (1-11-18)




Pueblos del Mundo: ¡Extinguíos!

PUEBLOS DEL MUNDO: ¡EXTINGUÍOS! La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos a base de asociar entre s...