jueves, 30 de junio de 2016

Con Elegancia


CON ELEGANCIA

Figura imprescindible de la música popular, al margen de su innovación, por la profundidad intelectual de su trabajo, fallecía hace casi seis meses ya, David Robert Jones, llamado artísticamente David Bowie. Tildado de camaleón musical gracias a su perpetua reinvención, su legado desborda la cultura pop para influir en otros campos como la moda.

Sólo después del deceso se supo que, tras haber sufrido seis infartos en los últimos años, el artista llevaba 18 meses luchando contar un cáncer de hígado. Alejado de la vida pública desde hacía tiempo, sólo sus allegados sabían de su dolencia, ni siquiera los músicos con los que trabajó hasta el ultimo momento conocían su padecer.

Bowie pretendía finalizar a tiempo los proyectos que tenía en marcha. Blackstar, su soberbio último álbum que veía la luz tres días antes de fallecer, está plagado de pistas sobre su muerte. En el video que acompaña al single de Lazarus el propio Bowie parece contarnos una historia desde el más allá: Mirad aquí arriba, estoy en el cielo. Tengo cicatrices que no se ven.
Inquietantes voces y coros con atmósferas siniestras en un tono lúgubre y agónico que cobran aún más significado al conocer las circunstancias de su creación.

El músico, que supo en vida provocar y llamar la tención como nadie con sus múltiples disfraces y personajes, eligió la absoluta discreción para abandonarla. Algunas voces opinan sobre la conveniencia de lo contrario, de hacer públicas este tipo de enfermedades con el fin de concienciar al personal sobre las mismas. Evidentemente no vamos a declararnos en contra de ello, pero sí del circo mediático en que algunos enfermos lo convierten, en el que todo vale: anuncias padecer una grave enfermedad y a los tres meses apareces tan campante o das ruedas de prensa en zapatillas.

La circunspección de su actitud ante la enfermedad contrasta con la de otros personajes dispuestos a pasear sus miserias en púbico en pos de suscitar una indulgente ola de pena y lástima o de hacer una buena caja.
Tony Visconti, su productor, confirmó que Blackstar estaba concebido como un regalo de despedida para sus seguidores. Es el único álbum en el que el cantante no aparece en la portada y guarda una última sorpresa: la edición en vinilo tiene una estrella troquelada en la portada que, con la luz solar, se convierte en un firmamento de brillantes estrellas.

Con su gran estilo, en una era en que la frivolidad y la desvergüenza parecen haberse instalado en gran parte de la sociedad, el señor Bowie nos dio una lección más despidiéndose con elegancia.



Antonio Jesús García

Publicado La Voz de Almería (30-6-16)




jueves, 23 de junio de 2016

Habría Que Inventarlo



HABRÍA QUE INVENTARLO


Si en Almería no existiese Fernando Barrionuevo habría que inventarlo. Habría que hacerlo, porque el arte contemporáneo estaría huérfano sin su apuesta y trabajo desde hace más de treinta años.

Como artista y comisario independiente al frente de MECA Mediterráneo Centro Artístico ha organizado proyectos expositivos internacionales en multitud de países como Francia, Italia, Alemania, Estados Unidos o Japón, promocionando siempre el nombre de Almería, su centro de operaciones.

Si ya de por sí la cultura está más que infravalorada en nuestra sociedad, el desconocimiento y la falta de respeto hacia la creación contemporánea logran cotas importantes.

Por ello, es de agradecer el empeño de Fernando para que el arte contemporáneo sea una constante en el paupérrimo entramado cultural de la ciudad, a pesar de no contar prácticamente con ningún apoyo.

Como Don Toribio Carambola, ese gitano que quería ir a la luna en tranvía que cantaba Peret, Fernando Barrionuevo organizó para Almería una de las más importantes bienales de arte del país.

Con una vitalidad y optimismo auténticamente envidiables Fernando no ha sucumbido jamás al desánimo y, como una especie de infatigable Mick Jagger danzando sobre los escenarios, continúa trabajando y proyectando por y para la ciudad y el arte contemporáneo.

El artista almeriense ha visto premiada su labor con la Medalla de Oro otorgada por el Foro Europa 2001 por su trabajo como artista y comisario independiente, en reconocimiento a la excelencia y a su prestigiosa trayectoria.

Resulta curioso que dos de las apuestas más significativas de esta ciudad, en cuanto a manifestaciones artísticas modernas se refiere, estén en manos de auténticos kamikazes de la gestión cultural. Fernando Barrionuevo, a través de Meca, y Nerea Aguilar, con el proyecto Costa Contemporánea, unos rara avis con los que la ciudad se encuentra en deuda permanente.

En 1984, coincidiendo con la presentación, organizada por Fernado, de artistas almerienses en ARCO, la feria de arte contemporáneo por excelencia, Los Ilegales, grupo de rock, editaba, en vinilo de 12 pulgadas, Agotados de esperar el fin. Soy un hombre blanco alto y orgulloso cantaba Jorge Martínez en el tema Hombre Blanco. Sin agotarse de esperar pero sí orgulloso debe sentirse Barrionuevo al echar la vista atrás.

Y esperanzado al echarla hacia delante, pues los proyectos se amontonan en su libreta y este reconocimiento solo ha de ser el principio de los muchos que merece.
Enhorabuena y gracias por hacer de esta ciudad, y del mundo, un sitio más amable.



Antonio Jesús García


Publicado La Voz de Almería (23-6-16)

jueves, 16 de junio de 2016

La Noche en Blanco


LA NOCHE EN BLANCO

Creada como una iniciativa cultural en 2002 en París, La noche en blanco ha sido imitada con más o menos acierto desde entonces en diferentes capitales, europeas inicialmente. 

Acercar la creación artística de vanguardia a los ciudadanos es, al parecer, uno de los objetivos acordados por las ciudades participantes. Lo que en un principio se concibió para propiciar el intercambio de experiencias y programas que contribuyeran a la promoción e internacionalización de los artistas locales ha derivado, en la mayoría de las ocasiones, en un esperpéntico maremágnum de marcas comerciales y chiringuitos varios sin el menor sentido del ridículo. 

Batucadas, vehículos antiguos, moda, demostración de bachata o exhibición de aves rapaces son tan sólo algunas de las creaciones de rutilante vanguardia propuestas por el consistorio almeriense en un alarde de imaginación. 

Ya está bien de confundir cultura con festejos, de denominar acto cultural a hacer unas migas en la plaza del pueblo o a una muestra de encaje de bolillos.

Las apuestas y ayudas a la creación contemporánea suelen ser nulas o escasas en todo el territorio nacional, y mucho menores si hablamos de artes plásticas.

Por suerte, ahora, algunos se han dado cuenta de la rentabilidad del turismo cultural, aunque éste sea mucho más exigente y precise de una potente inversión en recursos histórico-artísticos para su desarrollo. Da sus frutos el envite de Málaga por las franquicias culturales: Picasso, Pompidou, Thyssen, etc. aunque éste no entrañe prácticamente riesgo alguno, pues no deja de ser una especie de McDonald’s cultural, con una buenísima carne, eso sí.

No nos engañemos, la cultura no ha estado bien vista en este país y los creadores siempre han estado bajo sospecha; que si los de la ceja, que si los de… Al elaborar una programación cultural a veces parece pesar más la filiación ideológica del artista que su currículum. 

Las referencias a la cultura en los programas electorales no dejan de ocupar un mínimo espacio al final del manual, mientras que son nulas en los debates electorales. Dejando al margen la necesidad imperiosa de rebajar el IVA cultural acercándolo al estándar europeo, es absolutamente necesario, como ocurre en Francia, un pacto de Estado por la cultura que la mantenga independiente de los vaivenes políticos.

Si Noches de blanco satén, Nights in White Satin, era la fórmula con la que Justin Hayward, del grupo The Moody Blues, hacía referencia a un amor no correspondido, no deja de sucedernos algo similar con La noche en blanco.


Antonio Jesús García


Publicado La Voz de Almería (16-6-16)


jueves, 9 de junio de 2016

El Contexto es el Contexto




EL CONTEXTO ES ELCONTEXTO


Es habitual toparse con titulares entrecomillados que nos hacen llevarnos las manos a la cabeza ante la bestialidad pronunciada por tal o cual persona más  o menos famosa. Sin embargo, al acceder al contenido completo y leer la noticia, nos encontramos con que no era para tanto, que tan sólo se trataba de una frase descontextualizada de un todo que poco o nada tenía que ver con el sentir real de la misma. Objetivo conseguido, hemos picado.

Bien distintos son los casos en los que la sandez es dicha sin que se pueda albergar dudas respecto a la misma y que, ante el revuelo o malestar causado, se opta por culpar al mensajero aludiendo a la trampa anterior, a que las palabras han sido sacadas de contexto.

Pero existen otras ocasiones en las que, tras el estupor inicial en el que uno piensa que eso no puede ser verdad y que la frase ha debido ser extraída forzosamente del contexto, caes en la cuenta de que no, que tamaño despropósito es lo que el individuo en cuestión realmente ha dicho.

En VanityFair el presentador Bertín Osborne manifestaba su dorado sueño de entrevistar a Hitler. Hasta ahí todo normal, dentro de lo permisible. Como personaje de relevancia histórica no está nada mal. Cada uno tiene sus gustos y otro habría tenido otras preferencias, pero bueno. El problema estriba más adelante con la negativa tajante del aristocrático cantante a un hipotético encuentro con Nicolás Maduro alegando no acceder a entrevistar ni a delincuentes y ni a sinvergüenzas. Sin comentarios.

Sonrojantes resultan también las declaraciones de Albert Rivera a OK Diario afirmando que las dictaduras no tienen libertad pero tienen cierta paz y orden. Conviene recordar que, en su momento, el político naranja se ausentó del parlamento catalán para evitar condenar el franquismo. Inconcebible resulta que en democracia se pueda ser representante del pueblo español sin haber hecho una condena pública del franquismo. 

Es absolutamente incomprensible que la fiscalía no haya abierto diligencias contra el arzobispo Antonio Cañizares por instar a sus fieles a la deso­bediencia de las leyes de igualdad de género.

Tragicómico resulta Rafael Hernando, el político de Guadalajara, que acusa al general Julio Rodríguez de faltar el respeto a los almerienses.

Patética es la imagen ofrecida por Pedro Sánchez intentando pescar en el centro del electorado usando la fórmula de puedo prometer y prometo popularizada por Adolfo Suárez.

El concepto es el concepto, interpretaba el genial Manuel Manquiña en Airbag. Parafraseándolo, el contexto es el contexto aunque, por desgracia, algunas veces nos gustaría que no lo fuera.


Antonio Jesús García


Publicado La Voz de Almería (9-6-16)

Pueblos del Mundo: ¡Extinguíos!

PUEBLOS DEL MUNDO: ¡EXTINGUÍOS! La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos a base de asociar entre s...